martes, 7 de abril de 2009

Mi punto de Vista

Hola a tod@s coralistas!!
Estoy mirando nuestra web (y de fondo escuchando el aria “Ich habe genug” de la Cantata BWV 82a del grande J.S.Bach - ¡Qué Belleza! Dan ganas de llorar de alegría o tristeza de lo bonito que es) y creo que tiene ya hasta polvo de no usarla. Así que,hay que utilizarla más, para dar opiniones, comentarios, en definitiva, crear una gran convivencia y una relación musico-social.Como ya todos me conocéis, en estas cosas, me suelo explayar bastante porque me gusta decir lo que pienso en todo momento. Pero hoy espero que sea breve (vamos a intentarlo, que no es fácil, jeje.). Si no me falla la memoria, entré en el coro hace ya dos años (abril de 2007).Comencé completamente ilusionado con este gran y ambicioso proyecto musical de nuestro gran director, Ángel. Como sabéis, me encanta la música, e infinitamente la música clásica, tanto instrumental, vocal como coral. Vi en el coro una forma detrabajo diferente a la que me educaron desde siempre, quien no lo sepa soy guitarrista, jeje; una manera de hacer música distinta a lo que venía haciendo, y también hacer, como en todos los lados, nuevas amistades. Pero sinceramente, lo que más me importaba de todo esto era la MÚSICA, y aunque suene muy frío, las amistades poco. ¿y alguien puede pensar, es que Víctor no disfruta y no se lo “pasa bomba” contod@s vosotr@s? Negarlo sería un error, pero para mí, ante todo, la música es lo primero, y luego pasarlo bien. Sé lo difícil que es el mundo de la música, y la verdad me considero un “bebé” en comparación a Ángel y a otros muchos músicos que han tenido, tienen y tendrán un largo recorrido en la música, porque son ya profesionales y han vivido muchas experiencias. A mí, muchas veces (que conste que soy el primero en incluirme) se me cae la cara de vergüenza de no ver y valorar el trabajo que está haciendo Ángel por todo el coro (sinceramente, cualquier coro con sentido musical querría tener a Ángel como director, y nosotros que lo tenemos no sabemos aprovecharlo al máximo). Por otra parte, me duele bastante ver a Ángel como acaba muchos de los ensayos (los que estoy yo presente, claro) COMPLETAMENTE DESTROZADO. Muchas veces acaba con la garganta hecha “añicos”, porque no nos sabemos las obras y las tiene que repetir, o no entramos donde tenemos que entrar, o estamos inseguros y esperamos a otro en el cual nos apoyemos y se vuelve a repetir, porque no nos callamos y no respetamos alas demás voces cuando están cantando o Ángel cuando está hablando, y tiene que mandar a callar… y así mil cosas. Entonces me pregunto yo, por ejemplo: ¿Para qué hace Ángel las grabaciones si luego no hay resultado? Las grabaciones es un sistema muy bueno para memorizar las obras(es lo más importante). Si os fijáis, ningún concertista, da igual el instrumento que toque, o cantante, no ejecuta con partituras en un concierto. Los coros, como las orquestas, los grupos de cámara, pueden llevar partituras para ver por donde vamos, nada más, y no para leer en el momento, porque para eso esta la memoria. Ahí debemos MIRAR TOD@S a nuestro DIRECTOR. (a que sí ¿Emilio?, y digo Emilio como podemos ser cada uno de nosotros). Ángel es el que nos guía y nos conduce a la ejecución e interpretación de las obras, si no hacemos eso, pues iremos a remolque y seguro 100% que nos equivocaremos. Yo, después de ver lo de las grabaciones en el coro, lo hago también conmigo en la faceta de guitarrista. Me grabo o simplemente me descargo una versión buena y, a escucharla para interiorizarla. No digo que el coro cante mal, ni mucho menos, pero tampoco es la panacea (contrabajo, sacrificio, humildad y modestia siempre en este mundo de la música tan fuerte y competitivo). Todo sabemos el potencial que tiene el coro y a dónde puede llegar si TOD@S Y CADA UN@ NOS LOS PROPONEMOS. Señoras y Señores, seamos RESPONSABLES, porque en el momento de que se entra en un grupo humano, en este caso el coro, se pide de la persona una EXIGENCIA, una RESPONSABILIDAD, y sobre todo un TRABAJO. Igual para “X” personas sí, pero a mí no me vale: “Porque fulanito de tal,mi amig@, mi padre, mi madre, mi hij@, mi marido, mi mujer, mi novi@, …está en el coro y se lo pasa estupendamente, pues yo también quiero para pasármelo bien” o“Estoy en el coro porque me río mucho y me lo paso en grande” Muy bien, pero siempre FUERA DE LOS CONCIERTOS, DE LAS ACTUACIONES Y DE LOS ENSAYOS. ¡¡¡¡Anda que no hay tiempo para pasarlo bien!!!! Hacer un coro a partir de la cantidad, y me parece correcto, pero se necesita también CALIDAD, porque la calidad es lo que va a marcarla diferencia entre un coro bueno y otro malo ¿Y cómo se consigue eso? Pues la experiencia me dice que: TRABAJANDO, TRABAJANDO, TRABAJANDO, … y más TRABAJANDO.
Creo que estamos aquí tod@s en el coro para:
a) TRABAJAR BIEN las obras,
b) INTERPRETAR para llegar a la gente, al público,
c) y lo más importante, DISFRUTAR CON LA MÚSICA.
Si quieres pasarlo bien antes de hacer esto, pues te diría: “Ve a un parque de atracciones, o a una fiesta, a la feria (cuando hay) o sal con tu gente a tomarte una cervecita, o a la playa, porque aquí no haces absolutamente nada, al contrario,desequilibras al coro". Pero pasarlo bien, en este caso, es cuando las TRES AFIRMACIONES SE CUMPLEN, de lo contrario, a mí, por lo menos, no me vale y además no salgo satisfecho con el trabajo realizado. Eso es lo malo de ser un perfeccionista e intentar hacer y sacar lo mejor de mí y de los demás. Señores, pensemos un poco nonos vamos a quedar con lo malo, o con lo regular, o con lo "psss, bueno más o menos". Porque seguro que cuando algun@ de nosotr@s compramos un coche, por poner un ejemplo, no le decimos al del concesionario: "Deme este coche que está regular".NO!!!!, escogemos el mejor coche dependiendo de las necesidades y disponibilidades de cada un@. Pues aquí. lo mismo, no nos quedemos en lo superficial, metámonos hasta el fondo y quedémonos, no con lo bueno, con lo MEJOR. Para terminar, sólo me gustaría decir que si estoy en el coro, es porque sigo creyendo en él, en su potencial, en su ambición, en su trabajo, en las ganas de luchar para sacar las cosas adelante,... Espero que no sea nunca, pero si alguna de estas características me falte, no me llene o mi vida profesional como guitarrista ya no me lo permita, sinceramente diré con todo el dolor del mundo: “NO PUEDO MÁS,ME VOY DEL CORO”. Mientras tanto, a seguir creyendo en este proyecto, a trabajar duro, a exigirse cada uno sacar lo mejor que lleva dentro, a hacer caso siempre a nuestro director, que sabe infinitamente mucho más que tod@s nosotr@s junt@s (es un lujo tenerlo con nosotros); a disfrutar de la música que hacemos,… Cuando eso lo consigamos, diremos: “Vamos por el buen camino, estamos haciendo un buen trabajo”. Así que, como dije anteriormente: “Seamos responsables y demostremos a tod@s que podemos llegar muy alto si nos lo proponemos”. Vamos a empezar a trabajar bien y luego "hablemos del Gobierno". Bueno, pues ánimo a tod@s, que lo que hemos ganado en este tiempo, no lo perdamos tontamente. A ser una piña y a seguir TRABAJANDO, señores, que podemos hacer cosas muy grandes en este mundo.
Un Abrazo a tod@s.
Victor Martínez (Tenor...o Bajo...)- El Comodín!!!

3 comentarios:

Luis Barbero dijo...

Bueno, querido Victor, no puedo más que estar de acuerdo contigo y con tu opinión. Hay un peligro y una tentación, y entono el mea culpa por yo también caigo, y es la siguiente: Cuando alguien se molesta de verdad en preparar las obras, en saberse las grabaciones, en buscarse una grabación bonita del original porque muchas veces no lo conocemos, se pintarrajea la partitura, etc, y va a un ensayo y ve que mucha gente no tiene literalmente ni idea, y el ensayo es un desastre, termina pensando: ¿para que pierdo yo el tiempo y me esfuerzo si el resultado final va a ser este? Llega un momento, y es humano, que cuando esto se repite una y otra y otra vez, esa persona se desanima y empieza a hacer lo mismo que los demás: va, pega la oreja, improvisa y se sale del paso. Y esto no es. Y no es lo que pasaba al principio del coro. Hay gente que se cansa de tirar de la cuerda y se desanima. ¡¡Señores, que hay que perder la vergüenza!! Que si te equivocas al dar una entrada en un ensayo no pasa nada….y, pérmite Ángel que diga, que si te equivocas en una entrada en la catedral delante de la gente, tampoco pasa nada. Más vale dar todas las entradas con seguridad y equivocarte una vez que no dar nunca ninguna. ¡Que no se puede estar esperando a ver si entra el vecino no vaya a ser que yo me equivoque y haga el ridículo! El ridículo no existe si se tiene la conciencia tranquila. Es simplemente humano equivocarse. Y el que se ríe de alguien que se esfuerza en hacer algo y se ha equivocado, para mi es simplemente un estúpido. ¡Que hay que sabérselo todo de memoria, incluidas las diez letras de una pieza si hace falta!. Los que hemos cantado en Villamarta sabemos muy bien que esto es posible o ¿acaso habéis estado alguna vez en una ópera y habéis visto al coro o a los solistas con la partitura?. Os puedo asegurar que hay óperas muchísimo más largas que cualquier cosa que nosotros cantamos y en otros idiomas, y se aprenden de memoria sin problemas. Vale, llevamos la partitura para guiarnos, para ir- como dice Ángel - con la vista por delante para a leer un matiz, a repasar una frase, pero no para ir leyendo todo.
Y otra cosa me gustaría decir, y entono otra vez el mea culpa porque yo también lo hago mal. No soy desde luego persona autorizada para enseñar nada de música, pero creo tener cierto gusto artístico (¡a pesar de dedicarme a lo que me dedico!) que, como muchas de las cosas importantes de esta vida, debo a mi padre. Hay que escuchar y escuchar. Algunas veces uno se para a escuchar y piensa: ¿Cómo fulanito o como los bajos, por decir una cuerda, no se da o dan cuenta de que eso que se están cantando carece totalmente de gusto?. No me refiero a cuando nos equivocamos sino a cuando estamos cantando piezas archiconocidas, y se están cantando sin sabor, sin poner el alma, como el que rutinariamente domicilia recibos en una triste oficina mientras mira el reloj para ver si llega la hora de irse.
Es humano que haya altibajos en un grupo como el nuestro. Lo raro sería que todo fuera siempre como la seda. Simplemente somos un grupo de personas y nuestros defectos individuales se reflejan al final en todo el grupo. Pero no hay que desanimarse, ni mucho menos. Primero, porque Ángel no lo merece. Segundo, porque la música tampoco. Tercero, porque el coro, lleno como está de gente magnífica, tampoco lo merece. Vamos a descansar estos días y volveremos con toda la ilusión del mundo. Hay que hacer un diez en la despedida de Don Juan: también lo merece.
Un abrazo

Luis Barbero

Patricia dijo...

Descarte de mi espíritu todo pensamiento triste. Hoy agradeceré a Dios la alegría y la felicidad queme regala cuando comparto en nuestro coro esos instantes.
Me sentiré mas contenta que nunca, no me lamentare demasiado, hoy agradeceré por la alegría y la felicidad que regala cuando estoy en nuestro coro.
Tratare de ajustarme a la vida y aceptaré al mundo como es y me adaptare a el… Si algo sucediera que no me guste, no me mortificare, porque cada paso que se da es por algo. Agradeceré que haya sucedido, porque así se pus a prueba mi voluntad de ser feliz.
Hoy seré dueña de mis nervios de mis pensamientos y de mis impulsos, porque para triunfar tengo que tener templanza y dominio de mi misma.
Voy a organizarme con alegría con entusiasmo con cariño haré de mi trabajo una diversión, comprobare que so capaz de trabajar con determinación, no pensare en los fracasos. Si las personas a quienes entonan con migo lo estudiado entenderé con paciencia si me dicen que no lo hago bien.
Si comienzo a criticar a una persona, cambiare la critica por elogio todas las personas tienen sus defectos y su virtudes, olvidaré los defecto y concentrare mi atención en sus virtudes evitare conversaciones y disgustos. Quiero eliminar la prisa y la indecisión viviré con calma con paciencia porque la prisa es la enemiga de una vida feliz, no permitiré que la prisa me acose ni que la impaciencia me abrume.
No tendré miedo, actuare valientemente el futuro lo esperare y olvidaré todo lo desagradable del pasado, hoy tendré confianza en Dios me ayudara y ayudara a los que luchan y trabajan.
No envidiare a los que tienen más dinero más belleza o más salud que yo. Trataré de resolver los problemas de hoy.
María Patricia González.

Anónimo dijo...

Hola a todos. Soy Elena Pina (escribo como "anónimo porque, Jaime, no me sale eso de identificarme).
Bueno, a lo que voy. Apoyo lo que dice Víctor, y voy a intentar sintetizar mi opinión.
A ver, en primer lugar hay que entender que este coro es muy diverso. Hay gente que dedica por completo su vida a la música; otros que lo tienen como una afición y que, con mucho esfuerzo se aprenden las cosas; y otros, como yo, que trabajan/estudian y que van cuando pueden. Tan válido es un integrante como otro. De hecho, el problema no está aquí porque entre todos nos respetamos, sabemos las posibilidades de cada uno y nunca ha pasado nada.
El principal problema que yo veo, y aquí voy al segundo punto, es que no sablemos aprovechar los ensayos, y no sólo es porque charlamos demasiado sino porque interrumpimos constantemente a Ángel con expresiones como "Qué pequeña es la letra", "Hay que ver lo que nos ha dicho el cura", "Hoy no puedo cantar, Ángel, que estoy ronco"... A lo mejor yo soy la primera que hablo o me río con estas cosas, pero hay que reconocer que medio minuto de aquí, dos minutos de allí y 45 segundos de allá, al final nos hace perder media hora de un ensayo. Es que hay veces que me siento como cuando estaba en el cole y la clase entera tenía que esperar a que los cuatro de siempre se callasen para que el profesor nos explicase el tema.
Creo que no es tan difícil callarse durante las dos horas que dura el ensayo y hablar o preguntar sólo cuando tengamos dudas de la pieza. Para lo demás está ese tiempo que hay antes y después de los ensayos, ¿no?
Pues esta es mi impresión, compañeros. Que hay que estudiar más en casa, pues también, pero vamos, que lo principal está en lo que he dicho, en entender que los ensayos están para aprender y no para charlar con el de al lado o para soltar la gracia de turno. Que yo soy la primera a la que le gusta reírse, pero también entiendo que tenemos mucho tiempo para todo eso, y para la música sólo dos horas. Así seguro que nadie se aburriría en los ensayos y todos saldríamos ganando. Os lo aseguro.
Un abrazo para todos.
Elena PIna.